Perdiéndome para poder encontrarme
Como ya sabéis, desde hace más de dos semanas Manel y yo continuamos este viaje por separado. No os voy a hablar sobre ese tema, porque ya se ha hablado bastante, y lo que quiero ahora es mirar hacia delante y volver a sentir esa motivación por continuar este viaje, sin el malestar que he tenido por esta situación y sin resentimientos, olvidándome de todo eso para sentir lo que al fin y al cabo busco de este viaje: Libertad.
Han pasado muchos días, así que empezaré por el momento en el que pasé a pedalear en solitario. No sin antes agradecer a Anita por acogernos unos días en Padova, fueron unos días increíbles en una ciudad preciosa. Gracias por tu amabilidad y por hacérnoslo pasar tan bien contigo y tus amigos.
El sábado 10 de octubre, justo dos meses después de comenzar este viaje, Manel y yo nos despedimos para tomar caminos diferentes. Estábamos alrededor de Fusina (cerca de Venecia). Manel se fue antes, yo me quedé un rato más para reorganizarme.
Decidí no ir a Venecia con él para aprovechar el día y conseguir algunas cosas que necesitaba para continuar solo, pero al final para lo único que aproveché el día fue para perderme. Yo soy muy feliz, y no se me ocurrió hacer como mínimo alguna foto al mapa de Italia que llevaba Manel, así que salí sin nada para situarme. “Preguntando se llega a cualquier parte”, me dije, sin tener en cuenta la pésima orientación que tengo. Así que seguí las indicaciones de un hombre al que le pregunté para ir en dirección Trieste. En algún momento perdí la dirección hacia el aeropuerto y cogí una larguísima carretera recta que me llevaba en dirección incorrecta. “Nada más” que casi 30 kilómetros de error, y otros 30 para volver y coger, por fin, la dirección correcta. Al final me dio tiempo de pasar por un Decathlon y un Lidl para conseguir lo que necesitaba.
Al siguiente día decidí echar un ojo a la rueda trasera de la bici porque notaba demasiado movimiento. Vi que tenía radios flojos, intenté enderezarla hasta que vi algo aún peor: La llanta estaba rajada por dos partes. Necesitaba cambiarla. Decidí continuar hasta llegar a una ciudad más grande y así poder encontrar un mecánico que me ayudase. Pensé que lo mejor era seguir hasta Trieste y mirarlo allí.
Esta situación me hizo tener más prisa por llegar a Trieste, así que cogí la carretera SS-14. La rueda aguantó, revisándola regularmente. También me quiso regalar algún pinchazo para que yo me entreteniese, muy maja ella. Fue “divertido” también el día que llegué a Trieste, me llovió todo el día, los 60 kilómetros de ruta, y por mucho que llevase impermeables, acabé empapado. Pude llegar a la hora prevista a Trieste, donde pasé unos días en casa de Francesco y Giulia, a los que estoy tremendamente agradecido por acogerme, me lo pasé realmente bien con ellos y me permitió tener tiempo para arreglar la rueda, mejorar temas del blog y visitar Trieste, una ciudad que me gustó mucho.
Salí de Trieste con la nueva llanta y la esperanza de que aguantase más que la anterior. Sin ruta ni destino definido, me dirigí dirección Muggia para continuar hacia Eslovenia, dormí justo antes de la frontera y al día siguiente entré en el país.
Continué con ganas de perderme (pero esta vez en buena dirección), así que iba improvisando la ruta. Me dirijí hacia Koper, una ciudad costera muy bonita, y seguí una pista ciclable paralela al mar. Después volví a la montaña siguiendo la Parenzana, una pista ciclable construida sobre lo que antes era una vía ferroviaria, muy chula. Son de esas rutas que realmente disfrutas, sin importante si estás yendo más lento o no.
Eslovenia duró sólo un día, la parte de la costa no es muy larga, pero aún así me encantó. Llegué a Croacia, me pidieron el pasaporte por primera vez en este viaje. Nada más entrar vi un cartel que indicaba todas las rutas ciclables que hay por ahí, y había unas cuantas. Decidí continuar por la Parenzana, hasta que llegué a una parte bastante impracticable para mi bici (además había llovido esa noche), entonces continué por carreteras secundarias. A partir de entonces fui haciendo ruta hacia la costa, visitando ciudades preciosas como Umag y Novigrad. Después volví a la montaña para rodear el canal Limski, eso me hizo subir un poco pero disfrutar de buenas vistas y de más facilidad para encontrar dónde dormir.
Volví a encontrarme con la costa en Pula, donde la rueda trasera comenzó a bailar de mala manera. Tenía radios flojos, siendo nueva, no me lo podía creer. Apreté todos los radios e intenté dejarla enderezada, a ver cuánto aguanta. Al día siguiente visité un poco Pula, pude ver la arena, un anfiteatro romano con vistas al mar, muy bonito. Paré para tomar un café y así cargar baterías y buscar a alguien que me acoja alrededor de Rijeka.
Salí de Pula siguiendo la carretera 66 (no cuela como Ruta 66, ¿no?), en dirección a Rijeka. Mucha carretera con subidas y bajadas, pero las vistas eran impresionantes. Después de Labin la carretera se acerca a la costa y es magnífico.
Finalmente encontré una familia (Tatjana y Sime) que me está acogiendo en Bregi, cerca de Rijeka. Llegar al pueblo me costó, había subidas bastante fuertes. Pero para llegar a la casa llegó un momento en el que tuve que bajarme de la bici y empujar (creo que es la primera vez en este viaje), pero entonces Sime ató mi bici a su coche y me remolcó hasta la casa, ¡así da gusto subir! (lo sé, es trampa :P). Agradecer a Tatjana y Sime lo bien que me están tratando, las vistas desde la casa son increíbles. El domingo fuimos a la cima de la montaña Učka (en coche), a 1.400 metros de altura, y con unas vistas sencillamente impresionantes.
Me quedaré unos días más por aquí y después continuaré por la costa adriática (me han avisado de que hace mucho viento, tendré que ir con cuidado).
Quiero dar las gracias a Anita, a Daniele y su familia, a Cristina y Luciano, a Francesco y Giulia, a Barussi Giani y sus amigos, a Arsen y Robert, a Tatjana y Sime, y a toda la demás gente maravillosa que me encuentro por el camino y que me ofrece su ayuda.
Gracias también a todos los que me leéis y apoyáis 🙂 Prometo intentar escribir más a menudo para que no salgan posts tan largos.
¡Un abrazo a todos!
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Fantastica aventura , muy buenas fotos y una experiencia inigualable y sanamente envidiable , un abrazo y a seguir adelante , te esperamos en Uruguay
Muchas gracias Raúl!! Aún me queda un largo camino, pero espero llegar hasta allí 🙂
¡Hola Max!
Quería escribirte hace días pero sinceramente… paso de excusas, ya me conoces xD
En primer lugar quería darte apoyo, imagino que aunque tu aventura estará siendo maravillosa, también tendrás momentos de bajón.
La verdad es que voy leyendo todos tus post y voy siguiendo tu viaje desde casa, pero tío, cúrratelo un poco más, sensaciones, anécdotas, detalles de las ciudades que visitas, información por si algún loco como tú (con cariño) decide hacer un viaje parecido, estilos de vida y carácter de la gente… no se, alguna cosita más xD
También, los que te seguimos no tenemos ni idea que tipo de ruta harás ahora, por lo que he deducido quieres acabar en Uruguay pero poco más (y si lo has explicado no me he enterado xD), cual es tu objetivo, a que se debe tu independencia en el viaje y si os volveréis a juntar y esto ha sido un paréntesis. Que sí, hiciste una pequeña explicación, pero algo más detallado. No si tú y Manel tuvisteis diferencias, o si hubo algún tipo de problema, si no que te incitó a tomar esta decisión tan importante y que ha sido, sin lugar a duda, un punto de inflexión en tu viaje.
Y ahora no más reproches. Me alegra mucho leer tus post (cuando escribes de año en año xD), no va ahora enserio no más críticas. Me alegra ver que estas cumpliendo un sueño, ver que le has echado un par de huevos, ver que aunque todo el mundo estaba en contra del viaje estás demostrando que todos estábamos equivocados, ver que has conseguido llevar tu vida por donde has querido y no por donde la teoría decía que tocaba, ver que con ilusión, esfuerzo, y confianza estas demostrando que todo es posible, pero sobretodo, me encanta ver que estás feliz.
Un abrazo de tu primo
Alvarito!! 😛
Momentos de bajón hay, y momentos difíciles también. No te voy a decir que no se me haya pasado por la cabeza en algunos momentos lo de volver, sobre todo por el hecho de estar lejos de los que quiero (y sí, principalmente por Fio), eso es lo más duro. Pero la ilusión por continuar y descubrir nuevos lugares y culturas me hace seguir adelante con ganas. Mientras tenga ilusión y la relación a distancia se sostenga, seguiré adelante.
Tienes razón, en este post me he centrado en la ruta y he hablado poco del día a día y de la gente. La verdad es que se me hace difícil resumir todo lo que me pasa en los posts, porque cada día pasan mil cosas, y la gran mayoría buenas y dignas de se contadas. En realidad podría ponerme a contarlo todo, me encanta escribir y podría dar muchos más detalles, pero la verdad, me daría muchísimo palo traducir después xD
Tendré en cuenta tus sugerencias e intentaré contar más sobre lo que vivo y cómo lo vivo 🙂 Si consigo escribir con más continuidad podré dar más detalles en cada post.
Lo de la ruta es más complicado porque ni siquiera yo la sé con seguridad 😀 Lo que sé es que ahora continuaré por la costa adriática hasta llegar a Grecia y Turquía. Después de eso, quiero continuar por Asia, Oceanía, Norteamérica, Sudamérica, África y de vuelta a España. Pero por dónde pasaré lo iré decidiendo por el camino.
Lo de continuar solo es principalmente por lo que cuento en el anterior post. Ha sido una decisión mía porque siento que tengo que hacerlo solo, sentirme totalmente libre y que todo dependa de mí. Si hubiese sabido antes que me iba a surgir esta necesidad habría empezado solo, más que nada por no tener que tomar esta difícil decisión de separarnos.
Gracias por tus palabras primito, de verdad que me emocionan y me dan fuerzas para continuar.
Un gran abrazo Álvaro!
Unos paisajes preciosos, disfruta de cada momento, la foto de la tarima de madera frente a ese paisaje con los brazos abierto, lo dice todo. Cuando estás lejos de los tuyos, es normal echarlos de menos.. pero incluso eso es bueno, ya que de te recuerda el valor de la gente que tienes a tu lado, que muchas veces dentro de la rutina y monotonía del día a día, tendemos a olvidar.
Me alegro de que vaya todo bien. ¿Que tal se lleva el tema de los idiomas? ¿Ya le metes caña a la guitarra? Pégale una pegatina de cada sitio que vas.. te quedará muy chula.
Eso de la sección de fotos, está muy bien.
Saludos!
Hola Alberto! 😀
La verdad es que sí, esto me está sirviendo para recordar y apreciar más lo que tengo allí, que aunque esté lejos, forma parte de mí.
El tema de los idiomas… iba bien hasta ahora que empieza a haber menos gente que hable italiano 😛 Me estoy empezando a encontrar con la necesidad de hablar en inglés, lo cual es bueno porque es una buenísima forma de aprender, el problema es que soy pésimo y me falta mucho vocabulario, pero con el tiempo espero ir mejorando.
La guitarra la voy tocando, pero tengo que hacerlo más diariamente para coger práctica. Lo de las pegatinas es una fantástica idea, no lo había pensado!
Gracias por seguirme y comentar, un abrazo!
Hola Max,
Hace un par de semanas me he cambiado de oficina y ahora voy al curro en bici (la nueva ofi está 5 min más lejos que la anterior xD).
Cada vez que entro me dan ganas de pillar la bici y hacer alguna rutilla de las que se ven en la foto, la pista ciclable construida sobre lo que antes era una vía ferroviaria tiene muy buena pinta jeje
Por aquí sin muchos cambios, en las próximas semanas quiero subir un par de categorías nuevas de productos, «Perfumería y cosméticos» y «Electrónica».
Espero que sigas poniéndonos los ditentes largos con fotos tan chulas 😉
Saludos,
Jose
P.D.
Esperando impaciente el nuevo post 😉
Buenas Jose!
Me alegra saber de ti y que tu proyecto sigue adelante y mejorando 😀
Mil gracias por seguirme y por tu apoyo. Un fuerte abrazo crack, ¡y dadle duro a Lovities!