La energía de la tormenta

Esta semana no ha sido una semana fácil, más bien lo contrario, pero todos los problemas tienen solución, eso es algo que aprendemos a lo largo de nuestras vidas.

La dificultad del camino no está siempre en el camino, en ocasiones la tenemos en nuestra mente. Es normal que en la segunda semana surjan las primeras añoranzas, las primeras fechas importantes en la que no puedes estar con los tuyos.

Esta semana (19/08/2015) ha sido el cumpleaños de Fio (novia de Max) y desde este blog queremos dedicarle nuestra mejor y más grande felicitación posible. ¡¡¡¡Muchísimas felicidades Fio!!!!

¡Pero hasta aquí las penas! Hemos tenido una semana llena de aventuras 🙂

Salimos de Villenueve de Bézier siguiendo el Canal du Midi. Sol y pistas para bicicletas alrededor de los canales que van a Montpellier donde nos esperaban nuestros anfitriones de Warmshowers Etienne y Arancha. ¡Un placer haber compartido unos días con vosotros chicos!

Salimos de Montpellier con un gran sabor de boca de la ciudad. ¡Bellísima! Y con Trueno, la bicicleta de Max, supuestamente reparada.

La tierra en este lugar de Francia es llana y fácil de circular. Todo genial para el ciclista. Pero al parecer esto es demasiado fácil para el guionista de around.blue así que si no hay subidas ¡tendremos pinchazos! Pensábamos que con la cinta anti-pinchazos puesta en los neumáticos de Trueno se solucionaría todo… ¡lo que no esperábamos era que el propio anti-pinchazos provocara los pinchazos! La rueda trasera está pasando su propia odisea. Reparado el eje en Montpellier gracias a la habilidad de Manel en adaptar un eje cualquiera a los especiales del remolque, se volvió a doblar el nuevo… y llevamos tres pinchazos más junto con un radio que provocó otro pinchazo… Esperemos que el nuevo invento de Manel de poner la cámara pinchada entre la cinta anti-pinchazos y la cámara solucione el problema.

A todo esto hay que añadirle que en Gallician nos cayó el mayor diluvio hasta la fecha provocando una caída sin consecuencias a Manel. A Negrita (la bicicleta de Manel) no le gusta el agua.

Superamos el diluvio gracias a la hospitalidad de Jean Pierre que nos acogió en su garaje. Y También superamos el barrizal del día siguiente donde nos vimos atrapados al lado del canal del Rhône como dinosauros en arenas movedizas.

Sólo podemos decir una cosa, que la energía de la tormenta nos haga más fuerte. Es seguramente el único camino para salir del paso. ¡Moral chicos, mucha moral!

Ahora estamos en Marsella donde esperamos respuesta para poder encontrar unos días de descanso en Nice o Cannes.

Como siempre agradecer a todas las personas que nos ayudan por el camino y a todos vosotros por leernos y vuestras muestras de apoyo.

¡¡¡¡¡MIL MILLONES DE GRACIAS!!!!!